Caminamos desde Santa Bárbara
hacía las estrellas con pasos torpes y risa
que marea, tomados
de la mano en frente de
dios y todo el mundo.
La noche suave nos envuelve
como agua profundo;
en la neblina flotan
estrellas. El amor no es lo
único que importa, pero es
lo único que importa ahora.
Me disuelvo hasta quedar en la
neblina con las
estrellas.